Si habéis tenido la oportunidad de descubrir cómo conseguimos un fantástico MUCHO MÁS BLANCO, habréis descubierto que el secreto del vino no sólo radica en el coupage de los tres varietales Verdejo, Sauvignon Blanc y Chardonnay. Para este último y antes de combinarlo se realiza un original proceso que es “el batonnage”. No se trata del último baile de moda, sino una forma de elaborar el vino que da a los vinos blancos unas características muy singulares.
Es un proceso natural muy interesante de descubrir. Durante el proceso de fermentación la levadura transforma el azúcar en alcohol y cuando este termina la levadura muere y caen al fondo de la barrica formando un poso fino. Con el tiempo, las células de levadura actúan y liberan diferentes compuestos a lo que se llama lías. Nuestros enólogos mantienen las lías en contacto con el vino como una forma de extraer una mayor sabor, aroma y textura.
Cuando nuestros enólogos remueven esas lías en la propia barrica están realizando el “el batonnage” – un término francés. Para este proceso utilizan una herramienta especial que permite llegar a las partes más inaccesibles de la barrica, y al hacerlo, redistribuye el sedimento entre el vino. De esta forma se consigue dar mayor complejidad al vino y se contribuye a la dar mayor personalidad aroma y sabor.
Hay una elegancia y delicadeza en la danza del batonage. Es una parte muy importante de la labor del enólogo y de la habilidad que él tenga para encontrar el equilibrio justo en los aromas del vino. Más tarde y tras ese proceso el vino se trasiega y filtra dejando atrás los sedimentos para luego combinarse con los otros varietales: el verdejo y Sauvignon Blanc y conseguir este fantástico blend.